¡Se avecinan días movidos en el mercado!
¡Agárrense los cinturones, amigos inversores! Porque según los gráficos, este tercer trimestre promete ser uno de esos con curvas y emociones fuertes. Durante los últimos 11 meses, hemos comparado el S&P 500 con varios mercados alcistas de otros años: 2021, 2019, 2017, 2009… pero hay un año que parece haber sido eliminado de la lista: 2022. ¿Por qué? Bueno, porque 2022 fue un verdadero dolor de cabeza: un mercado bajista implacable con mínimos cada vez más bajos, inflación desenfrenada y alzas de tasas de interés como no se veían en años. En contraste, este año, el S&P 500 ha estado en modo "to the moon", marcando máximos históricos y con la inflación en franca retirada.
Pero… ¡esperen un momento!
Debajo de la superficie, hay algo que no habíamos visto en un buen tiempo. En los últimos 24 días, con la fuerte caída del martes, el S&P 500 ha registrado 12 movimientos absolutos del 1% en las últimas 24 jornadas de negociación. ¡Eso es un 50% del tiempo! Y si lo comparamos con 2022, cuando el índice tuvo movimientos del 1% en el 51% de las sesiones, pareciera que estamos viviendo otro "déjà vu".
Claro, comparar un mes con un año completo no es del todo justo, pero el punto es que el panorama del mercado se ha puesto más picante en las últimas semanas. Y esto podría ser un adelanto de una volatilidad prolongada si las cosas siguen así.
¿Qué pasa con el índice de volatilidad VIX?
El famoso índice VIX, que todos conocemos como el "termómetro de la volatilidad", subió un 30% el martes pasado, marcando el segundo gran salto desde noviembre de 2021. Y si la volatilidad sigue al alza durante esta semana, podríamos ver otro gran incremento del 40%. La última vez que el VIX tuvo un movimiento de este calibre, terminó cayendo un 13% semana tras semana. Pero ojo, cuando el VIX explota, suele haber más volatilidad en el horizonte. Y ahora que estamos entrando en los tradicionalmente volátiles meses de otoño, no sería raro que esto se repita.
Entonces, ¿qué podemos esperar?
Con el mercado en plena turbulencia, la tecnología recibiendo golpes duros, el primer recorte de tasas a la vuelta de la esquina y las elecciones presidenciales acercándose, la probabilidad de ver aún más volatilidad es bastante alta.
¡Pero hay buenas noticias!
El S&P 500 ha creado un colchón sólido desde que rompió el patrón alcista en enero. Ha aguantado dos episodios importantes de volatilidad este año y, si logra mantener el tipo ante más sacudidas, podría estar listo para surfear la ola de la estacionalidad alcista que, históricamente, aparece en el cuarto trimestre, incluso en años electorales.
Así que, inversores, manténganse atentos y no pierdan de vista el horizonte. ¡El mercado está lleno de oportunidades, incluso en tiempos de incertidumbre!