Jerome Powell ha decidido tirar la toalla y empezar a bajar los tipos de interés en Estados Unidos, y lo ha confirmado en el famoso simposio de Jackson Hole, Wyoming. “Ha llegado el momento”, dijo, dejando claro que la Reserva Federal está lista para ajustar la política monetaria.

Powell ha estado intentando durante más de dos años aterrizar suavemente la economía, es decir, controlar la inflación sin causar una recesión. Y parece que lo ha hecho bastante bien hasta ahora. Aunque la tasa de paro ha subido un poco, sigue siendo baja, y la inflación, que llegó a dispararse al 9%, ha bajado a menos del 3% por primera vez desde 2021. La economía ha soportado las subidas de tipos más agresivas desde los años 80, pero desde julio de 2023, la Reserva Federal decidió mantener los tipos sin cambios, observando cómo se desarrollaban las cosas.

Ahora, Powell está convencido de que puede lograr ese aterrizaje suave. “Vamos a hacer todo lo posible para apoyar un mercado laboral fuerte mientras mantenemos la estabilidad de precios”, aseguró. Cree que, con un poco de moderación en la política monetaria, la economía puede volver a una inflación del 2% sin sacrificar la fortaleza del mercado laboral.

Sin embargo, algunos economistas piensan que Powell pudo haberse retrasado demasiado, lo que podría aumentar el riesgo de recesión. Pero él no se ha dado por vencido en la lucha contra la inflación, aunque reconoció que los riesgos para la inflación han disminuido y los riesgos para el empleo han aumentado.

El mercado laboral se ha enfriado, y la tasa de paro ha subido al 4,3%, casi un punto más que a principios de 2023. Aunque el aumento del desempleo no se ha debido a despidos masivos, sino a un incremento en la población activa, Powell admite que el enfriamiento del mercado laboral es real.

Las actas de la última reunión de la Reserva Federal revelaron que varios de sus miembros ya estaban listos para aprobar un primer recorte de tipos el 31 de julio, y la mayoría está de acuerdo en que la rebaja se aprobará en la reunión del próximo 18 de septiembre. Los mercados ya lo dan por hecho.

Será el primer recorte desde marzo de 2020, cuando la pandemia hizo que la Reserva Federal inyectara dinero en los mercados. Pero Powell no ha querido revelar sus cartas sobre el ritmo y la magnitud de los recortes. Aún queda por publicarse el dato de inflación de julio y el índice de precios de consumo de agosto, además de la cifra de empleo de agosto, que se conocerá el 6 de septiembre.

En resumen, Powell ha admitido que cometieron un error al subestimar la inflación en 2021, un fallo que compartieron con la mayoría de los analistas y banqueros centrales. Este cambio en la política monetaria llega justo antes de las elecciones presidenciales, y aunque Powell insiste en que sus decisiones no son políticas, la situación económica ya está siendo utilizada como arma en la campaña electoral.